“La gestión del tiempo no es solo lógica. Es emotivo “. —Rory Vaden
Muchas veces el manejar nuestro tiempo es más que solamente tener actividades en un calendario; depende de nuestro estado de ánimo y de las energías que tengamos en ese instante. Como cualquier persona los líderes tenemos problemas personales y a veces cansancio emocional, pero esto no significa que podamos soltar todas nuestras responsabilidades de un momento a otro. Normalmente otras personas dependen de nosotros y no queremos afectarlas.
Muchos conocemos sobre la diferencia entre tareas que son importantes y las que son urgentes. Rory Valden suma en esa dirección añadiendo las tareas “significativas”.
Pensar en la importancia del trabajo que estamos haciendo nos obliga a pensar en el mañana y el futuro. La mayoría de los líderes se despiertan y piensan: “¿Qué es lo más importante que puedo hacer hoy?” Esa no es una mala pregunta, pero así no piensan los multiplicadores.
En cambio, los multiplicadores se despiertan y dicen: “¿Qué es lo que puedo hacer hoy que tendrá el mayor impacto en el mañana?”
Todos tienen la misma cantidad de tiempo cada día. Pero los multiplicadores se dan a sí mismos el permiso emocional para dedicar tiempo hoy a las cosas que crean más tiempo mañana. Estas actividades probablemente sean más demandantes al inicio, pero producirán beneficios exponenciales y terminan multiplicando no sólo su productividad sino también su tiempo.
Ejemplo: Tomarse el tiempo hoy para hacer un presupuesto mensual al cual se pueda alinear y cancelar en cuanto pueda los pagos recurrentes.
Un multiplicador debe elegir deliberadamente renunciar a algo en el corto plazo e invertir ese tiempo en algo significativo (algo que multiplicará los beneficios en el futuro).
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